¿Quién Es Un Cristiano?
Introducción:
1. El término “cristiano” es muy mal usado en nuestros días.
2. Se dice que esta nación (Venezuela), es un país cristiano, por ser de mayoría católico romano y un 3% de ciudadanos protestantes (evangélicos).
3. Ante tantas denominaciones religiosas; los adolecentes se preguntan, ¿cuales son los verdaderos cristianos? O ¿ todos lo somos?
4. Muchos de los que profesan ser cristianos tampoco lo son porque no hacen el esfuerzo para obedecer las enseñanzas del Señor: “Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres” (Juan 8:31-32). “Si me amáis, guardad mis mandamientos” (Juan 14:15). “El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no está en él; pero el que guarda su palabra, en éste verdaderamente el amor de Dios se ha perfeccionado . . .” (1 Juan 2:4-6).
I. Pedro nos define algunas características de un cristiano (1 Pedro 4:12-19).
A. No se extraña de la cantidad de pruebas que le acontecen a diario (versículo 12).
B. Se goza por ser participante de los padecimientos de Cristo (versículo 13).
C. Sabe que si es vituperado por enseñar los preceptos bíblicos, es porque el glorioso Espíritu de Dios reposa sobre él (versículo14).
D. Conoce que el juicio comienza por él (versículo17).
II. Veamos cuatro relaciones que hacen de usted un cristiano bíblico.
A. Relación doctrinal básica:
1. Se debe creer en Jesús como el hijo de Dios: “Porque si no creéis que yo soy, en vuestros pecados moriréis” (Juan 8:24; véase también Mateo 16:13-16).
2. El creer obra la confesión y el arrepentimiento necesarios para el bautismo (no de infantes) cuyo propósito es para el perdón de los pecados y recibir el don del Espíritu: “. . . Felipe dijo: Si crees de todo corazón, bien puedes. Y respondiendo, dijo: Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios . . .” (Hechos 8:34-38). “. . . Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación . . .” (Romanos 10:8-11). “. . . Os digo: No; antes si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente . . .” (Lucas 13:1-5). “Y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados . . .” (Lucas 24:47). “Pedro le dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; recibiréis el don del Espíritu Santo” (Hechos 2:38).
3. Al obedecer estos requerimientos del Señor, nos sometemos a la autoridad del Padre, Hijo y Espíritu Santo o el nombre de Jesucristo.
4. No se debe creer cualquier doctrina, sólo se debe creer y obedecer la doctrina del Señor: “Pero gracias a Dios, que aunque erais esclavos del pecado, habéis obedecido de corazón a aquella forma de doctrina a la cual fuisteis entregados” (Romanos 6:17). “Cualquiera que se extravía, y no persevera en la doctrina de Cristo, no tiene a Dios; el que persevera en la doctrina de Cristo, ése sí tiene al Padre y al Hijo . . .” (2 Juan 9-11).
B. Una relación de redención:
1. Hemos sido redimidos por su sangre: “En quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados . . .” (Efesios 1:7).
2. Debe haber un nuevo nacimiento: “Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo . . . el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios . . .” (Juan 3:3-7; véase también Romanos 6:3-4; Gálatas 3:27).
3. Fuimos rescatados: “Sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, . . . con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación” (1 Pedro 1:18-19).
C. Una relación congregacional:
1. Uno quiere ser un cristiano sin ser miembro de la iglesia que Cristo creó, fundó y estableció, está intentando algo imposible, está deseando: “Que ocurra un milagro, y que lo haga el diablo.” Quién dice: “Quiero ser cristiano pero no quiero ser miembro de la iglesia;” no sabe lo que habla pues las Escrituras dicen: “Porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador” (Efesios 5:23; véase también Hechos 20:28 y Efesios 1:22-23).
2. Es imposible pensar ser salvo por Cristo y no estar en su iglesia: “Yo soy la vid verdadera . . . Permaneced en mí, y yo en vosotros . . . porque separados de mí nada podéis hacer” (Juan 15:1-5). Él es el buen pastor: “Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas” (Juan 10:11). Hay que estar dentro del redil: “. . . conozco mis ovejas . . . También tengo otras ovejas que no son de este redil (los que no son judíos); aquéllas también debo traer, y oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un pastor” (Juan 10:14-16). Él es el fundamento y nosotros debemos formar parte de ese edificio que es la casa de Cristo y el templo espiritual: “Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo” (1 Corintios 3:11). “Pero Cristo como hijo sobre su casa, la cual casa somos nosotros, si retenemos firme hasta el fin la confianza y el gloriarnos en la esperanza” (Hebreos 3:6). “Acercándoos a él, piedra viva, desechada ciertamente por los hombres, mas para Dios escogida y preciosa, vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo” (1 Pedro 2:4-5).
D. Una relación ética, moral:
1. Debe haber un cambio moral en su vida al obedecer al Señor: “Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta” (Romanos 12:1-2; véase también 2 Corintios 5:17; Efesios 4:22-32).
2. Hay que hacer todo egoísmo a un lado: “Ninguno busque su propio bien, sino el del otro” (1 Corintios 10:24). “Porque ni aun Cristo se agradó a sí mismo; antes bien, como está escrito: Los vituperios de los que te vituperaban, cayeron sobre mí” (Romanos 15:3).
3. Debemos ser buenos ciudadanos obedeciendo las leyes, siempre y cuando estas no nos obliguen a entrar en conflicto con la doctrina del Señor Jesucristo: “Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas . . .” (Romanos 13:1-7). “. . . Respondiendo Pedro y los apóstoles, dijeron: Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres” (Hechos 5:24-29). “. . . ¿Os es lícito azotar a un ciudadano romano sin haber sido condenado? . . .” (Hechos 22:22-29).
4. Debemos ser buenos padres, esposos y esposas: “ . . . El marido cumpla con la mujer el deber conyugal, y asimismo la mujer con el marido . . .” (1 Corintios 7:1-5). “Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor” (Efesios 6:4).
5. Debemos mantener una buena reputación en la comunidad: “Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa . . .” (Mateo 5:14-16; véase también Filipenses 2:12-16).
Conclusión:
¿Quién es un cristiano?
1. Uno que mantiene una relación doctrinal, redentora, congregacional y moral con Cristo.
2. Un cristiano es uno que obedeció al evangelio y vive fielmente su vida.
3. El sabe que todas las bendiciones espirituales se encuentran en Cristo: “Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo” (Efesios 1:3). ¡Todo está en Cristo! Amen. Ω
